Atento: el 95% de las pérdidas multimillonarias causadas por un ciberataque inician en un dispositivo conectado a internet (endpoints o terminales). Y claro, esto no es de extrañar cuando piensas que el uso de tales instrumentos ha incrementado durante los últimos años de manera exponencial dentro de las empresas.
Ya sea para mejorar su productividad o eficiencia, las organizaciones y sus colaboradores invierten cada vez más en tecnología. Sin embargo, a pesar de los enormes beneficios que esto trae consigo, se incrementan los desafíos de ciberseguridad.
Así, resulta que hoy día los antivirus tradicionales no están a la altura del desafío, por lo que existe la necesidad de aplicar estrategias enfocadas en garantizar la seguridad para endpoints.
Hoy el endpoint es el punto más crítico en la ciberseguridad y la dificultad se debe fundamentalmente al crecimiento de las organizaciones, la movilidad de las personas y la transición tecnológica a la nube.
En demasiadas ocasiones, los dispositivos personales de los colaboradores no están protegidos y, por lo tanto, la empresa entera es vulnerable a ataques basados en refinadas estrategias de ingeniería social como malware, contenido malicioso de sitios web o phishing.
Para que te hagas una idea, solo piensa en cuántas veces tú o tus colaboradores han descargado información confidencial de la organización (como credenciales de acceso, base de datos, presupuestos anuales, etc) a sus smartphones, en los últimos meses.
Demasiadas, ¿cierto? Esto es prácticamente el día a día de muchas empresas y es parte de la razón por la cual los ciberataques están en boca de todos.
Así, frente a la facilidad de los endpoints, o los equipos portátiles, para contaminarse y contagiar el corazón de una organización, se hace necesaria la aplicación de estrategias innovadoras que transformen rápidamente los entornos de trabajo en espacios confiables y seguros.
Es en este punto, en donde destaca la seguridad para endpoints, cuyo objetivo es proporcionar visibilidad y superar actividad sospechosa en los dispositivos de los colaboradores de tu organización.
Una buena estrategia de seguridad para endpoints privilegia el desempeño y maximiza la protección, facilitando que las personas aprovechen sin límites la tecnología e innovación que usan para sus labores diarias.
En Widefense, este enfoque abarca cuatro áreas: