En la web, existen prácticas criminales que, por más antiguas que sean, siguen engañando a cientos de personas. Desafortunadamente, estas pueden costarle a las empresas hasta US$ 3,7 millones al año, según un informe del Instituto Ponemon. Hoy hablaremos del phishing, una de las más famosas y efectivas.
El phishing es una práctica empleada por los cibercriminales para “pescar” usuarios desprevenidos en la web. Consiste en una misiva (correo, sms, o un sitio web) que a todas luces parece provenir de una institución verídica. Puede llevar incluso el logo de un reconocido banco o de empresas como Paypal. Así, bajo este disfraz, solicitan información sensible a sus víctimas.
Tras lo anterior, si la víctima no ha sido capacitada en ciberseguridad, es probable que brinde, sin ninguna oposición, datos como contraseñas y detalles de sus tarjetas de crédito. De allí en adelante, el cibercriminal puede usar la información de manera ilegal para acceder a cuentas privilegiadas y afectar la empresa en donde trabaja la persona.
El phishing es una amenaza real y, con los años, los cibercriminales han perfeccionado sus técnicas, basados en Ingeniería Social. Hoy hablan y lucen como entidades verídicas. Por ello, es importante que conozcas algunas modalidades con las que se podría encontrar.
Suele estar vinculado con la copia de un sitio conocido por la víctima. En esta categoría, entra una página web fraudulenta que en 2015 simulaba ser una importante institución financiera del país. Lucía muy similar a la real, pero una mirada al enlace, revelaba el engaño.
Los cibercriminales se valen de los teléfonos celulares como canal para que sus víctimas hagan click en un hipervínculo, llamen a un número de teléfono o respondan un mensaje. Hoy, gracias a servicios de mensajería gratuito como WhatsApp y Telegram, la amenaza se propaga con mayor rapidez, con costos mínimos para el delincuente. El objetivo es obtener información confidencial y estafar a la persona. Los remitentes suelen ser de presuntos bancos que avisan notifican que te ganaste un premio.
Se trata de aquellos casos en los que el cibercriminal investiga a su víctima y diseña anzuelos personalizados para el que considera el eslabón más débil de una cadena. De esta manera, la persona (que no será el Gerente de Seguridad, sino alguien relacionado con otras áreas, como ventas) podría recibir un correo con su nombre y apellido como gancho para caer en la estafa.
Para proteger su empresa de estas estafas, es importante capacitar a sus colaboradores en temas básicos de ciberseguridad, además de contar con herramientas de seguridad avanzadas que les protejan y se adapten a sus necesidades.
Entre las herramientas disponibles, recomendamos Email Security de Forcepoint que permite identificar spam y potenciales amenazas, comportamiento sospechoso de los usuarios, entre otros.
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