En el mundo digital actual, la ciberseguridad se ha convertido en una necesidad prioritaria para las empresas en términos de proteger sus activos, la continuidad del negocio y evitar pérdidas por consecuencia de un evento malicioso.
El Centro de Operaciones de Seguridad Gestionado (M-SOC) constituye una herramienta crucial que no solo protege, sino que también aporta valor significativo al directorio y al negocio en general.
En este blog, exploraremos cómo contar con un SOC gestionado puede influir en las decisiones estratégicas del directorio y mejorar el rendimiento global del negocio.
M-SOC es un sistema de defensa centralizado y gestionado por Widefense que emplea personas, procesos y tecnología para monitorear y mejorar continuamente la postura de seguridad de una empresa.
Su misión principal es prevenir, detectar, analizar y responder a incidentes de ciberseguridad, pero además incorpora capacidades de seguridad asociadas a los otros componentes del ciberriesgo como son el control de la superficie de ataque y el descubrimiento, gestión y remediación de las vulnerabilidades encontradas en esta superficie.
Apoyados por un enfoque estratégico que aporta elementos de gestión a los líderes, M-SOC busca llevar a las organizaciones desde una condición de visibilidad a definir prioridades y ser proactivas en la respuesta a las ciberamenazas, aportándoles para que puedan ofrecer experiencias confiables a sus usuarios finales y clientes, siempre centrado en su estrategia de negocios.
M-SOC no solo protege los activos digitales, sino que también contribuye significativamente al éxito empresarial desde la perspectiva estratégica, al evitar y mitigar los incidentes de seguridad, protegiendo la reputación de la empresa, lo cual es fundamental para mantener la confianza de los clientes y socios.
Por otra parte, al controlar la superficie de ataque, descubrir y mitigar las vulnerabilidades en ella e identificar y eliminar amenazas de manera proactiva, M-SOC mejora la eficiencia operativa, permitiendo que la empresa se enfoque en sus objetivos estratégicos sin interrupciones.
En el mismo sentido, un SOC robusto como M-SOC puede ser un diferenciador clave en el mercado, demostrando a los clientes y socios que la empresa está comprometida con la protección de los datos.
Mediante informes regulares y análisis detallados, el SOC ofrece una visión completa del panorama de amenazas y las medidas de mitigación en curso. Esto permite al directorio tomar decisiones basadas en datos, mejorar la gestión de riesgos y alinear las estrategias de seguridad con los objetivos comerciales.
El rol del M-SOC en una organización va más allá de la simple vigilancia de amenazas; es un componente estratégico que impulsa la gestión de riesgos, informa las decisiones del directorio y fortalece la resiliencia operativa.
Al integrar la ciberseguridad en el núcleo de la toma de decisiones, M-SOC permite a las empresas no solo reaccionar ante las amenazas, sino también, anticiparse a ellas, asegurando una ventaja sostenida en un entorno competitivo.
A medida que los riesgos digitales se vuelven cada vez más complejos, contar con un SOC robusto se traduce en una capacidad mejorada para proteger el valor a largo plazo de la empresa y alinear la ciberseguridad con los objetivos estratégicos.
M-SOC proporciona al directorio de una empresa una visión clara y concisa de la postura de ciberseguridad estratégica de la organización. Entre sus funciones clave se incluyen: