En Latinoamérica, se producen 12 ataques de Malware por segundo, de acuerdo con un artículo publicado por la BBC. Asimismo, de los 400 millones de incidentes registrados entre 2015 y 2016, Chile se ubicó en el cuarto lugar de la lista de países afectados en la región. En virtud de ello, cada vez es más importante para las empresas emprender medidas de ciberseguridad.
“El malware -del inglés malicious software– es el nombre genérico dado a los programas que tiene como objetivo infiltrarse en una computadora u otro equipo informático sin permiso de su dueño, a menudo con intenciones criminales. El término incluye a virus, gusanos, troyanos y otros programas maliciosos”, se explica en el artículo de la BBC.
Al respecto, es importante tener en cuenta que atrás quedó la época en la que los malware eran creados por adolescentes. Hoy, estos programas maliciosos son diseñados por criminales profesionales que hacen uso de tácticas diversas y sofisticadas. Bien conocidos son los casos en los que se «bloquean» datos informáticos (para impedir el acceso a la información) y se exige a “la víctima” un rescate para devolverlos.
De hecho, según los datos, los ataques cuestan a Estados Unidos entre 300.000 y 1.000 millones de dólares, una cifra que “supera con creces la inversión que se lleva a cabo en seguridad”.
A pesar de las medidas de precaución, debe tener en cuenta que los malwares son muy difíciles de detectar. Por ello, existen soluciones que le permiten blindar su sistema y evitar que su reputación, bienes y datos se pongan en riesgo.
«Un malware tarda pocas horas en entrar en un sistema y afectarlo; la identificación del problema y su solución tarda semanas o, incluso, meses«, afirman especialistas, de acuerdo con un artículo publicado por One Magazine.
En Widefense contamos con CylancePROTECT ®, un software que usa el poder de las máquinas para diseccionar el ADN del malware. De esta manera, la Inteligencia Artificial determina si el código es seguro de ejecutar. Por su parte, las empresas son capaces de identificar y eliminar controles de seguridad redundantes. Reduciendo así la complejidad y los dolores de cabeza de gestión.
Ninguna protección es absoluta. No obstante, combinar una actitud precavida, con innovadoras herramientas de protección bien diseñadas garantizarán que sus dispositivos, y su empresa, estén lo más seguras posible.