Si hablamos de ciberseguridad bancaria, Chile ha sido un gran protagonista en Latinoamérica. Si bien el año 2018 no fue uno de sus mejores momentos, los incidentes de seguridad que sufrieron diversas instituciones dentro del rubro marcaron un precedente y definieron desafíos por abordar.
En ese contexto es fundamental comprender que los ciberataques dentro de una entidad bancaria, no sólo representan perjuicios a nivel administrativo. También son factores que afectan la reputación de las instituciones y, a la larga, minan la confianza de los clientes.
Por todo ello, al momento de pensar en ciberseguridad bancaria, para los gerentes de TI hay cinco puntos que conviene tener en cuenta:
Según el informe M-Trends 2019 realizado por una reconocida firma estadounidense de ciberseguridad, casi dos de cada 10 instituciones financieras a nivel global afirmaron que fueron afectadas por ataques cibernéticos y se destaca que los ciberatacantes suelen permanecer dentro del sistema mucho tiempo sin ser detectados.
Los delincuentes cibernéticos son organizados. Saben por dónde moverse, estudian a sus víctimas y no tienen limitación geográfica. Como consecuencia, ya no necesitan estar en el mismo país para perpetrar un ciberataque.
Hoy en día las empresas se están basando en iniciativas de protección enfocadas en la prevención y eso está muy bien. Sin embargo, es recomendable además, hacernos las siguientes preguntas secuencialmente: ¿Cómo lo detectamos? ¿Cómo lo contenemos? y, ¿Cómo lo corregimos?
Es esencial implementar recursos tecnológicos, mantener un equipo técnico capacitado, con protocolos adecuados para defenderse y propiciar conductas de respuesta rápida para afrontar un ataque.
Según un informe elaborado por el Fondo Monetario Internacional en 2018, un ciberataque puede representar alrededor del 9% de los ingresos netos de un banco. Esto equivaldría a 100 mil millones de dólares anuales.
Para la detección y respuesta efectiva de incidentes de ciberseguridad bancaria, uno de los conceptos que se ha tomado la agenda es la inteligencia artificial (IA), que está enfocada en anticipar los ataques apoyándose en ciencia algorítmica (¡si!, matemática pura).
En simples palabras, al interior de la entidad bancaria o en cualquier empresa, pueden identificarse cambios en el comportamiento de los usuarios, accesos a sistemas, flujo de tráfico y otras desviaciones que puedan sugerir un riesgo de ciberseguridad.
En Widefense tenemos diversas soluciones 100% inteligencia artificial, entre las que destacan Blackberry-Cylance y Darktrace. Estás soluciones están entre la pocas orientadas al aprendizaje automático y que provee soluciones proactivas y predictivas, otorgando mayor eficacia y eficiencia.
Si quieres conocer las opciones de ciberprotección avanzada, te invitamos a agendar una asesoría gratuita con uno de nuestros especialistas.