A pesar de la escasa regularización en el ámbito de las criptomonedas, su uso se está disparando en distintos sectores, siendo cada vez más aceptadas en todo tipo de comercios como forma de pago, sustituyendo las transacciones con moneda convencional. De este hecho se desprende, que el fraude mediante criptomonedas representa una de las mayores amenazas de ciberseguridad.
Y es que este tipo de ataques impactan directamente en las finanzas de las organizaciones.
El vacío legal de las criptomonedas ha provocado un valor desordenado entre ellas, lo cual aunado a que es un canje comercial sin intermediarios financieros o control estatal, hacen de éstas un objetivo deseable para los piratas informáticos.
Además, sumado a las preocupaciones de ciberseguridad en este sector, se hace relevante su empleo para actividades ilícitas. Y es que las autoridades han advertido su potencial uso ilegal, ya que se puede mover dinero sin ningún tipo de control bancario, cayendo en delitos como: extorsión, evasión de impuestos y lavado de dinero.
Según el reporte “Ciberseguridad 2020: Riesgos, avances y el camino a seguir en América Latina y el Caribe” elaborado por la Organización de Estados Americanos, en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo, el crimen en línea supone casi 50% de todos los delitos contra la propiedad registrados alrededor del mundo.
Lo cual representa un gran porcentaje, considerando que los daños económicos ocasionados por ciberataques puede sobrepasar el 1% del Producto Interno Bruto, de algunos países.
En el caso de las criptomonedas las amenazas de ciberseguridad evolucionan muy rápido siguiendo la innovación tecnológica y aprovechando su falta de legislación.
De hecho, de acuerdo con el informe, un tercio de los países latinoamericanos y caribeños no cuentan con un marco legal respecto a los delitos informáticos. Lo cual deja desprotegida a las organizaciones en relación a estos ciberataques.
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Como hemos comentado anteriormente, el auge de monedas virtuales, como el bitcoin o el ethereum, ha estimulado a los ciberdelincuentes a operar con ataques desde este campo. Estos ciberataques también conocidos como Cryptohacking, pueden ser mediante:
Aquellos comercios u organizaciones que comienzan a aceptar estas monedas, suelen depositarlas en una billetera virtual. Los ciberdelincuentes crean un malware que simula una billetera, para ser descargado y así apoderarse de las criptomonedas.
Utilizando un software malicioso que se instala en el ordenador, los hackers secuestran datos de las organizaciones; los cuales mantienen cautivos hasta que se le pague un rescate, que por lo general, es en Bitcoin.
Haciendo el uso de códigos maliciosos, el delincuente secuestra equipos ajenos para utilizar la potencia del procesador y de la tarjeta gráfica para realizar minado de monedas virtuales. Este proceso se lleva a cabo de forma oculta, pues pasa inadvertido para los usuarios del equipo.
En los últimos años se han registrado numerosas formas de fraude derivadas del uso de las criptomonedas. Uno de los ejemplos más populares, fue el caso de Centra Tech, una compañía que emitió una Oferta Inicial de Monedas fraudulenta consiguiendo recaudar alrededor de 28 millones de euros.
Asimismo, también se han dado casos de amenazas fraudulentas con dinero digital a través de redes sociales.
Durante julio de este año se identificó un ataque a Twitter en el cual los estafadores hackearon las cuentas de empresas y famosos en la red social para intentar timar a sus seguidores con criptomonedas. Entre los perfiles afectados estuvieron los de Elon Musk, Bill Gates, Jeff Bezos, Barack Obama, Apple y Uber.
La estafa se llevó a cabo con la publicación de mensajes que incitaban a transferir una determinada cantidad en Bitcoin para recibir otra superior a cambio; y los cibercriminales obtuvieron más de 100 mil dólares en pocas horas.
Actualmente hay un malware llamado «KryptoCibule», que se dirige específicamente a los usuarios de Windows con tres métodos de ataque; los cuales incluyen la instalación de una aplicación de criptominería, el robo directo de archivos de billetera criptográfica y el reemplazo de direcciones de billetera como un medio para secuestrar transacciones individuales.
Por ello, es importante que cuides los equipos de tu organización, ya sea para evitar ser víctimas de malwares como el mencionado anteriormente, o respaldar tus transacciones de forma segura si utilizas las criptomonedas.
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